Se está celebrando en todo el mundo chiita la llamada fiesta de la Ashura en recordatorio del asesinato del Imán Hussein, al que esta creencia considera sucesor legítimo del profeta Mahoma. Cientos de miles de fieles desfilan hasta el santuario en Karbala golpeándose de forma continua y blandiendo cuchillos y otros instrumentos de sacrificio con los que se hacen múltiples heridas en el cuerpo hasta quedar completamente ensangrentados. Toda una loca orgía de sangre y automutilación.
Pero por supuesto también los niños cumplen con esta fanática y autodestructiva tradición.
Aquellos infantes que son tan pequeños para no entender tan terrible ritual tampoco se salvan porque sus fanáticas y enloquecidas madres les hieren con especial placer aunque los niños lloren ante tan salvaje mutilación.
Que bello espectáculo espiritual.
Por supuesto también en España algunos musulmanes empiezan a celebrar este macabro evento en nuestras calles. Por si no teníamos ya bastante con los fanáticos católicos mutilándose durante la Semana Santa.
Diario de un racionalista 